Devin Langford, de tan solo 13 años, estaba en el automóvil con su familia en el estado fronterizo mexicano de Sonora el 4 de noviembre cuando los hombres que parecían llevar chalecos antibalas comenzaron a dispararles con armas largas, dijo el niño a ABC News en su primera entrevista desde el ataque.

La masacre mató a tres mujeres y seis niños, incluida la madre de Devin, Dawna Langford, y sus hermanos menores, Trevor, de 11 años, y Rogan, de 2 años. Los nueve eran ciudadanos estadounidenses que formaban parte de un grupo mormón que vivía en La Mora, México.

Devin dijo que las últimas palabras de su madre a sus hijos antes de que la mataran fueron "bájate ahora".

"Ella estaba tratando de rezar al Señor, y estaba tratando de encender el auto para salir de allí", dijo. Pero el auto no arrancó, señaló, y agregó que creía que una bala golpeó el motor.

"Comenzaron a golpear el auto primero con un montón de balas, simplemente comenzaron a dispararnos a todos rápidamente", relato el adolescente.

Los pistoleros, que según las autoridades mexicanas eran miembros del cartel de la droga que supuestamente “confundieron” a las víctimas con miembros de una pandilla rival, dijo Devin. Devin no tuvo heridas, pero sus hermanos sí. Los que sobrevivieron incluyeron un hermanito con una herida de bala en el pecho y una hermana que recibió un disparo en el pie.

Devin dijo que él y los otros que pudieron caminar llevaron a sus hermanos heridos tan lejos como pudieron.

"Caminamos un poco hasta que no pudimos cargarlos más", dijo.

Temiendo que los pistoleros volvieran, Devin escondió a los niños heridos detrás de un arbusto y luego comenzó a caminar en busca de ayuda.

"Cada uno de ellos estaba sangrando mucho, así que estaba tratando de apurarme para llegar allí", dijo.

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Devin terminó caminando durante varias horas, recorriendo 22 km (14 millas) antes de encontrar ayuda. Todo el tiempo, dijo, estaba aterrorizado, preguntándose si "no había nadie más tratando de dispararme o seguirme".

El padre de Devin, David Langford, le dio crédito a Devin por salvar a sus hermanos y hermanas sobrevivientes.

"Para ser sincero, mi hijo es un héroe", dijo David Langford. "Cada uno de mis hijos que sobrevivió está viviendo milagros", agregó.

"Ella era una buena persona y una mujer valiente que intentó salvar a sus hijos".

Pero Devin dijo que también quería que el público supiera cuán heroica había sido su madre. Hizo una pausa para contener las lágrimas y dijo: "Era una buena persona y una mujer valiente que intentó salvar a sus hijos".

El ataque ha cambiado la vida de la familia y ha provocado indignación y escepticismo de las personas hacia las autoridades mexicanas. Muchos familiares de las víctimas dicen que no creen que el tiroteo haya sido un caso de identidad equivocada y exigen respuestas.

"Esto fue 100 por ciento intencional", dijo Ryan Langford, un miembro de la familia, a "Today".

Dawna Langford y dos de sus hijos, fueron identificados como Christina Marie Langford Johnson, de 29 años; Rhonita Miller, 30; Howard Miller, de 12 años; Krystal Miller, 10; y los gemelos, Titus y Tiana Miller.

Docenas de miembros de la familia salieron de México en una caravana durante el fin de semana, por temor a que fuera demasiado peligroso quedarse en el país.

"Nadie necesita vivir en un lugar donde no se sienta seguro", dijo Ryan Langford.

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