Eran las 6 de la tarde con 41 minutos del sábado 27 de marzo cuando Victoria Esperanza Salazar Arriaza acudió a un Oxxo en Tulum, Quintana Roo, del cual salió arrestada y minutos después fue asesinada por la policía que la sometió en el suelo.
Antes de que el crimen en su contra ocurriera, Victoria entró a la tienda de conveniencia y se dirigió al área de garrafones de agua. Llevaba uno vacío, que al parecer quería cambiar por uno lleno.
En un video se aprecia que Victoria acudió a un Oxxo con un garrafón vacío. Alguien la señalo, sin representar riesgos al generar la llamada a la policía, que la discriminó, sometió y asesinó.
Durante el tiempo que estuvo en la tienda hizo distintos movimientos con el garrafón por los pasillos. Los ahí presentes la volteaban a ver y se alejaban de ella. En distintas ocasiones levantó el garrafón y dio vueltas por el establecimiento. Su actuar dentro de la tienda incomodó a alguien que llamó por teléfono a la policía. A Victoria no se le ve alterando el orden, como argumentó la policía al dar a conocer su detención.
El temor a un garrafón, la discriminación por su condición de migrante y la mala preparación de los policías que acudieron al llamado de emergencia, fueron los elementos que originaron la detención, que acabaron con ella afuera de la tienda sometida en el piso y minutos después, muerta. Del video al exterior, se ha identificado que la actuación de los policías fue inaceptable y fuera de cualquier protocolo. La mujer policía fue quien la sometió, pero sus compañeros hombres vieron todo y ayudaron a subirla a la unidad, ya cuando había quedado inconsciente.
FUENTE: Milenio